Tejido de mantitas: magia en la Sala de Oncología del hospital zonal
La Fundación Cerca Tuyo, que acompaña y ayuda en Bariloche a pacientes con cáncer y familiares, informó que en 2016 el Taller de Tejido terapéutico solidario produjo y repartió 40 mantitas para entregar en las salas de Neonatología y Pediatría del hospital zonal “Ramón Carrillo”.
Se trata de una de las actividades más importantes de la Fundación y que desde 2014 le modificó radicalmente el ambiente a la sala de espera de Oncología, con voluntarias acompañando a los pacientes mientras aguardan la consulta médica, aguardan su sesión de quimioterapia o durante la propia aplicación.
Mujeres y hombres, grandes y chicos, pacientes y acompañantes, todos participan del Taller de Tejido que por arte de magia convierte un proceso traumático en un momento de relajación y esparcimiento, que además tiene un resultado solidario para decenas de bebés que nacen cada año en el hospital y sus familias no pueden aportarlas.
Las voluntarias enseñan a tejer y motivan a pacientes y acompañantes, en una tarea de contención que los alivia en un momento muy duro de su curación, tanto físico como emocional, máxime cuando no cuentan con los recursos económicos para esa situación.
“Cuarenta mantitas es mucho”, expresó con emoción la presidenta de la Fundación, María Elisa Kreimer, quien junto a un valiente equipo de colaboradores puso en marcha la entidad en 2009 y ahora concentra todos sus recursos en la construcción de la casa refugio en la Caminera de entrada a Bariloche.
El taller consiste en el tejido de pequeños cuadrados de lana, aportada por laneras de Bariloche, en especial La Rueca, que más tarde serán unidos entre sí por los mismos pacientes o las voluntarias, para formar las mantas. Con esta nueva tanda la Fundación entregó cerca de 200 mantitas.
Terapéutico
La “lana terapia”, como se llama esta actividad, demostró excelentes resultados en todo el mundo para reducir los niveles de tensión y estrés, ya que colabora con la recuperación mental y física. Además, el proceso de tejido promueve la tranquilidad y el buen humor.
La claridad que aporta a los pensamientos y sentimientos es otro de los beneficios terapéuticos, que se basan en lograr acomodar puntos en una hilera de mayor resolución. Lo mismo sucede en la cabeza de la persona que teje: sus ideas se vuelven más claras gracias al relax y la tranquilidad que aporta esta labor manual.
Por otra parte, la repetición automática de los movimientos ayuda a la persona a concentrarse, relajarse y disfrutar más plenamente del momento. Y fundamentalmente, hacer algo con nuestras propias manos siempre genera felicidad, satisfacción y realización personal. (Fundación Cerca Tuyo)